Ella

Sus pasos cansinos
están en todas partes,
al igual
que su rostro amarillo;
siempre eligiendo
a alguien,
por capricho,
los senderos no existen
pero a su paso
se abren
como bocas asombradas;
sus dedos huecos
señalan
sin cesar,
en movimientos continuos,
mientras sigue caminando,
alegremente
la Muerte.

No hay comentarios: